Una de las causas por la que somos reconocidos los jujeños es el EXODO, Argentina nos reconoce en la historia como los valientes que dejaron todo atrás por la causa de la patria; o por la cobardía de no elegir porque algunos fueron llevados a la fuerza. Depende de qué ojos lo miren y de qué corazón habla esa boca. Lo importante aquí fue la ESTRATEGIA, que como en toda batalla es el corazón de la victoria o la derrota, lo importante era una tierra, las generaciones que vendrían y no los pobres anhelos de aquellos a los que sólo les interesa lo suyo.

Se habló por muchos años de tierras arrasadas, abandonadas, desoladas…y esas palabras pusieron sello sobre este pueblo, sobre sus sueños, sobre su progreso, sobre sus aspiraciones, a tal punto que se puede vivir por tantos años en la incoherencia de habitar una tierra tan rica con tanta pobreza. Y cuando hablo de pobreza, no sólo tiene que ver con dinero, tiene que ver con propósitos no alcanzados, tiene que ver con conformismo y resignación, tiene que ver con calidad y no con cantidad.

Es tiempo que este pueblo, aún dormido en sus aspiraciones, empiece a caminar en la historia que queremos escribir, es el momento de trazar la línea y de entender que siempre estamos a tiempo, que la mayor riqueza está en su gente cuando ésta se levanta en ideales de justicia y de verdad. 

Es tiempo que reconozcamos que la patria empieza en nuestra familia, que lo que nosotros somos y hacemos es el reflejo de toda una nación.

Es tiempo que dejemos de vivir el hoy y lo nuestro, para empezar a vivir por lo que viene y  lo de todos, nuestros hijos y nietos nos agradecerán una tierra  diferente cuyo sello se levanta porque los hijos hablan bien de ella, le decimos a JUJUY que la amamos, que nos deleitamos en sus paisajes tan variados y que toda sequía ha cesado para dar paso a la vida.

La historia más adelante nos juzgará….si fuimos tan valientes para cambiar nuestros destinos en grandezas, o si fuimos tan cobardes como para no intentarlo.