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Murió Ricardo Fort. Se fue en medio de una dura soledad, con una enfermedad incurable. Su carrera meteórica se abalanzo sobre la tele y dejó ver su poder económico y también sus miserias, en igual magnitud. Ni Tito, ni Danny la Muerte sus guardaespaldas por los que vivió rodeado, no pudieron protegerlo de la muerte menos pensada. Tuvo FORTuna material, pero fue un mendigo espiritual.

Ya no está se fue… no se puede comprar amistad, ni amor, y la billetera no pudo frenar una muerte que lo vino a buscar.

El ejemplo más claro que la plata no hace a la felicidad. El lo tuvo todo materialmente hablando, pero de esa chequera no pudo ni apagar tanto dolor que le generó desde su adolescencia la rudeza de su padre que no aceptó su elección sexual. Esa billetera, solo compró acompañantes para disfrazar una sexualidad falaz y fantasiosa. No pudo tener hijos, así que en cierta medida los compró (no todos pueden hacer lo que él hizo, hay que tener unos dólares, para poder lograrlo). Cantaba bien, solo bien… él creía que cantaba muy bien y armó obras de teatro, programas de TV propios, para satisfacer su ego. Todas estas cosas pasaran a ser parte de la historia de un excéntrico millonario, triste y solitario, quien en el momento de su muerte estaba acompañado por un guardaespaldas… que ironía, no? Murió solo como un… (póngale Ud. el calificativo que quiera a esta muerte).

Ejemplo claro de que lo material no hace a la felicidad. Ahora te toca a vos pensar, ahora te toca a vos reflexionar… Buscas lo material y dejás de lado lo principal, que son los afectos, la familia, tus padres, los hijos, los amigos… ya no lo mires al dueño de los chocolates, ahora mirate vos. Quizás estás buscando esa fortuna, pero en ese camino vas dejando girones de tu vida. ¿Para qué? ¿Para ser feliz? Un secreto: uno no está feliz; es feliz, y a partir de este precepto mientras vivimos debemos (porque es un deber) ser felices, a cada paso, a cada instante, con la sonrisa de un niño, con la caricia de mamá, con el gesto amable de un desconocido. Ser feliz, depende únicamente de vos. Ni siquiera las circunstancias que rodean tu vida, por más oscuras y lúgubres que sean podrán impedirlo, si vos lo determinas. Es una cuestión de actitud. Pasarán mil y miles de situaciones difíciles y complicadas a tu alrededor, en vos está en usarlas como trampolín o dejarte pisotear por cada una de ellas. Claro que para eso hay que hacer un esfuerzo y ser valiente, pero hasta eso incluso, depende de vos.


Estaría bueno, que dejes de escuchar esto y vayas a juntarte con los seres que te dan amor, padres, hijos, amigos, no sé vos si sabes quienes te hacen ascender en la escalera de la vida. Anda, buscalos, deciles que los amas, que los querés disfrutar… de eso se trata la vida.

Que así sea…

Fundación Alas de Águila