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La violencia volvió a hacerse presente en nuestra ciudad. La crónica dice que en una reunión entre el Municipio y el gremio hubo golpes, roturas de vidrios y mobiliario. El saldo un funcionario municipal herido.
Desde el municipio dicen que quienes produjeron los destrozos fueron los del gremio. Ellos por el contrario en un parte de prensa manifiestan que el municipio hizo una “puesta en escena”.
Desde acá no vamos a tomar partido en estas disputas, pero sí vamos a usar de ejemplo que cuando un anti valor como la violencia se presenta, trae por detrás anti valores como la mentira. Esto es muy claro, porque después que paso la tormenta, vinieron dos versiones contrapuestas. Alguien miente, o sea que la mentira está establecida.
Cuando vivimos en un mundo en donde nos dejamos llevar por la corriente de los anti valores, es muy difícil poder salir de esa corriente, porque como vemos en este ejemplo, después vienen otros anti valores que como una araña, comienzan a realizar un tejido del cual es difícil salir.

Nosotros desde la Fundación alentamos a vivir los valores. ¿Si es fácil? Claro que no, porque si lo haces vas contra la corriente. De eso se trata de ser tronco o pez. Al tronco la corriente lo lleva por donde quiere, en esencia es algo muerto, inerte, que flota y que se va golpeando con las distintas piedras que se encuentra en el cauce; el tronco es la parte muerta de un árbol; el tronco muchas veces debe esperar la fuerza del río para proseguir el camino lo cual lo hace dependiente. Por el contrario, el pez nada contra la corriente, la corriente cuanto más fuerte es, más lo hace que el pez desarrolle todas sus potencialidades, tanto en escamas, aletas, etc. Esto hace que el pez se desarrolle, por encima de la media. El pez además bajo por bajo del agua, las piedras muchas veces son un refugio cuando la corriente es muy fuerte, no se golpea, sino que aprende a esperar a ser paciente cuando la corriente es muy fuerte. El pez no depende de una lluvia para que el caudal aumente y el pueda avanzar, el pez es independiente, depende de si quiere o no avanzar. El pez tiene periodos de multiplicación cuando desova, la vida trae vida y en abundancia.
Soñamos con una sociedad que viva los valores. Conocemos jóvenes que viven los valores, no les es fácil, porque hay todo un sistema que se levanta en contra y quiere pulverizarlos. Pero ellos son valientes y saben que deben esforzarse para lograr vivirlos. De eso se trata de una generación diferente que quiere una vida distinta, donde la solidaridad sea algo corriente y natural, donde el Amor sea la base de todo, donde la Paz sea la moneda corriente, donde impere la Justicia, que la Verdad sea la bandera que se levanta en nuestra patria dìa a día y donde la Vida sea el valor a cuidar y multiplicar. 
Que así sea.
Fundación Alas de Águila