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15.09.20ETAPASEn la vida hay etapas en las que nos vamos desarrollando. Cada ser humano debe alcanzar la madurez. Ser maduro es estar listo para resolver de manera correcta cualquier situación en el momento correcto. El ser humano tiene varias etapas en su vida. Una de ellas es la niñez y esta finaliza y es clara cuando el niño va a la escuela y pasa a la de la escolaridad primaria a la secundaria entonces comienza el ciclo que se denomina adolescencia.

Hoy la adolescencia en nuestro país, está establecido que llega hasta los 30 o 35 años. Esto se debe que desde los 13 años hasta pasado los treinta ese ser que está en crecimiento, pasado los 22 o 23 años ya debería estar maduro para tomar decisiones correctas en su vida; pero lamentablemente esto no es así porque se ha estirado la adolescencia. Hoy jóvenes treintañeros siguen conviviendo con sus padres y en sus horizontes no hay rasgos que puedan llegar a pensar en volar del nido y establecerse solos. Cuando una persona pasada el tiempo de madurez y  finalmente no madura, entonces estamos ante un ser con una discapacidad.

Muchos adultos casados, con hijos, tienen áreas adolescentes y en la vida llega el cumplimiento de las etapas. Para graficar las etapas podemos decir que son los momentos en la vida en los que la persona debe subirse al tren, porque no sabe si habrá otro tren en la vida, y si hay no sabe cuándo volverá a pasar por su vida.

Lo que sí se establece es que las etapas son como puertas, que se cierran y vaya a saber cuándo se vuelven a abrir, ya que eso no depende de nosotros. De nosotros depende estar listos y preparados para cuando la ocasión se presente.

Las etapas tienen sus pro y sus contra. Es de sabios (no de inteligentes) poder transformar esas contras en tiempos de aprendizaje. Aquel individuo que está creciendo va superando las etapas y cada etapa superada lo catapulta a un estadio mejor, más desafiante y con mayor responsabilidad.

El fin último de esta carrera dividida en etapas es obtener el título denominado felicidad. Lo particular de esto es que la felicidad no es necesario llegar al final de la carrera para ser feliz, sino que por el contrario, ir corriendo la carrera, aprendiendo de los errores y tomando buenas decisiones; vas obteniendo el título de ser feliz.

Ir transitando el camino de la vida con el sello de la felicidad, es una muestra de que estamos creciendo y estamos maduros en cada etapa.

Somos seres integrales y la madurez se debe establecer en nuestras tres áreas que no se pueden separar, como lo es el cuerpo, el alma y el espíritu.

Abogamos por una sociedad madura que tome buenas decisiones todo el tiempo. Que así sea.

Fundación Alas de Águila

Por una Juventud con Valores