La vida tiene varias formas de ser vividas. Si la comparamos con un partido de futbol, podemos ser tres tipos de personas. Aquellos que pagan su ticket y ven el partido, o sea los espectadores; o aquellos que entrenan toda la semana, están con el plantel día a día, pero el día del partido están más cerca de la cancha que los espectadores, pero igualmente siguen sentados como los otros, estos son los suplentes y por último están quienes juegan, quienes son protagonistas, son aquellos por lo que los espectadores asisten al estadio.

Tres formas de encarar la vida.

1. El espectador: muchos viven así sin tomar las riendas de su vida; estas personas ven pasar la vida por delante de sus ojos. Viven a la espera que otros tomen sus decisiones, son aquellos sujetos que expresan que todas sus vidas tuvieron “los planetas desalineados” que vinieron a esta vida envueltos en un velo de oscuridad.
2. El suplente: Son aquellos que todas sus vidas se entrenan, que tienen sueños, pero nunca los concretan, son los de las grandes ideas sin acción. Están entrenados, preparados, pero nunca juegan las grandes ligas. No dan ese plus que significa trascender lo natural, para pasar a ser seres trascendentes. Sus nombres nunca estarán en ninguna tapa de revista, nunca tendrán los premios al goleador o a la valla menos vencida, siempre dirán que nunca tuvieron una oportunidad. Las razones de sus fracasos serán pura y exclusiva responsabilidad de otro. Nunca ven que gran parte de su suplencia es por sus propias culpas.
3. El jugador: Estas personas son aquellas que, así como pueden hacer muchos goles, también pueden equivocarse y hasta llegar a hacer un gol en contra, pero eso no los asusta, por el contrario, los errores y fracasos de la vida son trampolines para ir más alto. Son protagonistas de sus propias vidas. Lo de afuera afecta lo que tiene que afectar, de ahí en más este tipo de sujetos, van para adelante siempre. Terminan marcando el camino de otros, pero van haciendo su historia. Son puntas de lanzan que abren camino donde no lo hay.

¿Qué tipo de persona eres? ¿El espectador, el suplente o el que juega?

Por muchos jugadores que se pongan la camiseta de vivir en los valores, esa camiseta es muy particular porque tiene estos colores: blanca, roja, amarilla, verde y azul. Esta sociedad necesita de estos jugadores, porque este sistema de antivalores que impera en este momento, debe perder por goleada y esa goleada se está gestando en aquellos que juegan este partido de la vida. Así será, así será, así será.

Fundación Alas de Águila
Por una Juventud con Valores