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Alumnos del 5º año de la escuela técnica Nº 4 ubicada en la localidad bonaerense de Llavallol crearon un dispositivo inédito en el país para asistir a personas quemadas o con problemas traumatológicos. Se trata de una silla de madera que permite el traslado y además elevarlo por las axilas. Lo denominaron Dispositivo de Traslado para Traumatología y Personas Quemadas, y costó 720 pesos, frente a un desarrollo similar que en Europa vale unos 10 mil euros.

Mario Rodríguez, director del establecimiento, explicó que el desarrollo se hizo en la materia Prácticas Profesionalizantes, con el aporte privado y de la Cooperadora. Los equipos terminados fueron donados a los hospitales Lucio Meléndez (Adrogué) y El Cruce (Florencio Varela), y al cuartel de bomberos voluntarios del partido de Quilmes. El modelo ya fue exhibido en Tecnópolis y en la Feria de Ciencias en La Plata.
«Siempre pensamos en hacer cosas que puedan ser útiles para la sociedad», agregó Rodríguez, quien llevó la iniciativa al profesor de taller Juan Fridrich. «Hubo que tener en cuenta cuestiones inherentes a la resistencia, materiales, matemática aplicada y dibujo técnico. Cuando una persona sufre quemaduras, instintivamente lleva los brazos hacia adentro, sobre el pecho. Por eso casi no hay quemaduras en las axilas», agregó Fridrich. En principio había sido pensado para personas con quemaduras pero cuando lo vieron los médicos, «nos dijeron que la posición de la persona tomada de las axilas es perfecta para sacar radiografías», recordó Rodríguez. «Desde 1982 trabajamos con el tema de discapacidad», finalizó el directivo.

Un aplauso a estos alumnos, anónimos para muchos, pero con nombre y apellido para otros. Una particularidad, todos se llaman igual, sabes ¿cuál es el nombre? Amor al Prójimo.
Tienen entre 17 y 18 años y aplican lo que estudian, aprovechan esas 40 horas que pasan semanalmente en la Escuela. Están motivados, con ganas de hacer y ser. Seguramente guiados por algún adulto, que no piensa en el sueldo a fin de mes sino en mejorar la calidad de vida de las generaciones que vienen. Cuando los jóvenes están motivados, son imparables. El tema pasa, porque no hay adultos dispuestos a dar más hasta que duela si es necesario. Gracias jóvenes de Lavallol, son un espejo para que otros puedan mirarse y gracias a esos profes que dan un plus mas para transformar esta Argentina. Creemos que en los jóvenes de nuestra patria está ese potencial, que puesto en práctica se transforma en una fuerza que marca la historia. 
Que así sea.
Fundación Alas de Águila