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Sentir no requiere disciplina. Es un estallido.
—¡Me gusta!
—¡Me vuelve loca! Siento un calor en el cuello, en el cuerpo…
Espontaneidad. Una flor que se abre y te llena de su color, de su olor.
Luego, si quieres conservarla, si deseas hacer del sentimiento una
propuesta de con-vivencia… aparece la disciplina.
El zorro propone la disciplina, que como la palabra discípulo, viene de
la misma raíz, y significa: aprendizaje con otro.
Vivir es aprender a vivir… con vos. Requiere, por lo tanto, de
disciplina.
El zorro le dice al Principito que, si ha de visitarlo…
«—Hubiese sido mejor venir a la misma hora —dijo el zorro—. Si
vienes, por ejemplo, a las cuatro de la tarde, comenzaré a ser feliz desde las
tres… Pero si vienes a cualquier hora, nunca sabré a qué hora preparar mi
corazón… Los ritos son necesarios.»
La hora, el modo, el cómo, el cuándo. Estos son ritos. Sin ritos no hay
lazos.
—Quizás no lo sepas, pero cuando uno besa a su novia, uno cumple un
rito.
Entonces estaría bueno re-definir rito: Es algo que uno espera del
otro.
¿Cómo hacer para que una rosa sea tu rosa?
El Principito tiene una rosa en la mano.
Ahora se da cuenta de que esa rosa, que era como todas las rosas, no es
como todas las rosas.
Porque esa rosa se acomodó a su mano, y su mano a esa rosa, y así es
como se pertenecen recíprocamente. Se domesticó, se domesticaron el uno al
otro.
Luego el zorro se despide y expresa:
«—Adiós. He aquí mi secreto. Es muy simple: no se ve bien sino con
el corazón.
Lo esencial es invisible a los ojos.»
¿Y qué es lo esencial?
«—El tiempo que perdiste por tu rosa, hace que tu rosa sea tan
importante.»
La lección concluye con esta máxima:
«Los hombres han olvidado esta verdad —dijo el zorro—. Pero tú no
debes olvidarla. Eres responsable para siempre de lo que has domesticado. Eres
responsable de tu rosa…»
Una relación es un lazo, es una dependencia. Un amor es una
responsabilidad, escuchaste bien… Si. Amor es Responsabilidad.
Y lo que crece entre nosotros, de ese modo, no es visible a los ojos;
solamente el corazón lo percibe. Te amo porque sos vos, ese vos que se modeló
en el nosotros, como este yo. Otra vez: Te amo porque sos vos, ese vos que se
modeló en el nosotros, como este yo.otra vez: Te amo porque sos vos, ese vos
que se modeló en el nosotros, como este yo.
El amor, no es esa cosa extraña e indescifrable de sentimiento que brota
del alma. En todo caso ese torbellino místico y cósmico del amor está dentro
del lazo, expresado por él, manifestado en la conducta de responsabilidad
recíproca por el hacernos recíprocos.
No sos mi hijo porque yo te haya procreado. Sos mi hijo porque luego de
haber nacido te fui haciendo, me fuiste haciendo, nos hicimos en la relación
padre-hijo, hijo-padre, nos en-lazamos.
El corazón siente, vibra, porque está implicado en el corazón del otro
a través de la vida con-vi-vi-da.
—La libertad, madura y produce el fruto de una elección.
Elegir es responder por lo elegido.
Cuando libertad, elección y responsabilidad coinciden, es el tiempo en
que los poetas y cantautores llaman… felicidad.
Fundación Alas de Águila