En nuestra vida, nosotros cosechamos lo sembramos, si sembramos paz, cosecharemos tranquilidad, estabilidad, si sembramos histeria, cosecharemos nerviosismo, ansiedad.
En la vida todo, todo, todo lo que se siembra tarde o temprano se cosecha.
Por eso a cada paso debemos sembrar, paz, amor, alegría, paciencia, amabilidad, bondad, fidelidad, humildad, autocontrol. Si nosotros logramos en cada acción, en cada paso sembrar estas semillas entonces tendremos asegurada una vida plena, no solo para nosotros, sino para nuestro entorno y será el legado para las generaciones.
En la sociedad las personas normalmente no se dan cuenta que están constantemente sembrando y menos toman conciencia de qué están sembrando.
Hoy es un buen día, para comenzar a ver hacia atrás tu camino, mi camino, y ver que semillas hemos depositado a un lado y al otro de nuestro andar. Quizá sean abrojos, cizaña, cardos, espinos que han hecho muy difícil tu vida. Llenate las manos de semillas de malvones, margaritas, lavanda, para que a partir de ahora en todo el derrotero de tu vida vayas tirando a derecha e izquierda, adelante y atrás, éstas semillas para que recuerdes más adelante que un día como hoy decidiste cambiar de semillas y eso floreció en tu vida, no solo la lleno de colores, sino que la inundó del sol de la paz, del agua del amor, del viento de la vida, la lluvia de la verdad y se plantó en la tierra de la justicia.
Fundación Alas de Águila
Por una Juventud con Valores
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