Que pregunta, no? ¿Qué es lo contrario a la muerte?
Uno lo que primero se le viene a la cabeza es el antónimo por excelencia, entonces decimos Vida… Humm…
Analicemos un poco esta cuestión. Vos, yo, conocemos personas que van por la vida como muertas, aún cuando tienen vida. Son personas que se sientan a ver pasar sus vidas., son personas que no cuidan su persona, su aspecto. No son atractivas en nada y no nos referimos a la parte estética solamente; son aquellas personas que si las cruzas en la vida, no te dejan nada. Esos son los espectadores de la vida, sacaron su entrada y solo quieren ver el partido de la vida. Ni sueñan con ser protagonistas. Esas personas existen sus vidas, directamente no las viven, y por ello es que se las conoce como muertos en vida.
Parecen que no se hacen problema por nada, pero en realidad para ellos la nada es el problema.
Muchos los confunden con los bohemios, pero los bohemios viven el hoy sin importar el mañana, de alguna manera viven aunque sea el hoy pero viven, en cambio estos muertos en vida, no tienen siquiera la capacidad para vivir, porque vivir es dar y recibir amor, vivir es tener sueños, vivir es plantearte desafíos, vivir es luchar, vivir es jugarte a cada paso. Bueno existir es solo eso, es como una persona en estado vegetativo, come, duerme, tiene el título de madre o padre; de hijo o hija, pero no ejerce el rol.
Que distinto es vivir, porque vivir está íntimamente relacionado con el amor.
Dijo el escritor Johannes “En el amor perfecto, no hay temor” y cuánta razón tiene ya que cuando tenemos amor somos corajudos, valientes e incluso una persona que vive el amor genera cierto temor para aquellos que existen en vez de vivir.
El amor es la fuerza que destruye todo impedimento, toda oposición. El amor es en si mismo.
Nada tiene sentido sino está cimentado en el amor.
Muchas veces se utiliza mal el término amor. Por ejemplo: muchos dicen –“aquella persona tiene amor al dinero”; en realidad no es amor, allí la expresión correcta sería: -“Aquella persona, desde sus entrañas anhela el dinero”.
También se confunde la pasión con el amor. Cuando una persona es apasionada no necesariamente le rebalse el amor. Sabemos que hay pasiones descontroladas que nada tienen que ver con el amor. Pavau de Tarso dijo “si lo que el hombre hace, no está impregnado de amor, nada tiene sentido” y cuánta razón tenía, él era un adelantado.
En la sociedad de hoy, podemos ver a muchos que hacen muchas cosas pero que carecen de amor. Basta ver en cada política pública que se desarrolla, la motivación es el de tener cautivas a las personas, en vez de hacer actos de amor, se hacen actos de corrupción. La corrupción es muerte, por ello decimos que lo contrario a la muerte es el amor. Hagamos lo que hagamos, lo hagamos con amor; porque después uno se siente completo, porque el amor hace eso… nos completa para poder vaciarnos y al momento somos completados de nuevo.
Por una sociedad donde haya mucho amor, porque el amor es el antónimo de la muerte. Qué así sea.
Fundación Alas de Águila
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