La definición nos dice que los celos son cuando “percibimos” que nuestra pareja, amigos, familiares, jefe, etc., le da a otras personas, lo que queremos solo para nosotros, sea esto amor, tiempo, dedicación, compañía, atención, etc.
Los celos surgen cuando una persona percibe que su relación está siendo amenazada, es como un acto reflejo de supervivencia para que su estado normal, no sea modificado.
Los celos son generadores de emociones, como el enojo, la inseguridad, el miedo, la angustia, el dolor, la desconfianza, la humillación, el odio, la envidia, etc.
Esas emociones dan lugar a actitudes, como lo son victimizarse, ser posesivo, la autoculpa, la comparación, ser vengativo.
Todo esto se genera desde un punto muy pequeño pero trascendente como lo es la falta de identidad. Si yo no tengo identidad entonces no sé quien soy, entonces cualquier agente externo que se presente, comienza a vulnerar mi “aparente” seguridad.
Los celos son como unos anteojos espejados pero con el espejo hacia adentro, o sea solo me hace verme a mi mismo. Los celos me llevan a creerme el ombligo del mundo, y eso genera desesperación que me lleva a vivir en un constante stress y duda de absolutamente de todo.
De la mano de los celos camina la angustia, entonces la persona celosa va sumando sentimientos negativos a su vida; se despierta el sentimiento de envidia, ¿por qué los otros están bien y yo no?; la confusión aterriza en esa vida de celos para ejercer su profesión y así distorsionar las cosas que son verdad, como si fueran mentiras; y finalmente comienza a crecer en el corazón del celoso la raíz de venganza.
Como vimos los celos no siempre tienen que ver con la pareja, muchas veces es entre hermanos, entre amigos, en ámbitos laborales.
Pero ahora te invito a que te hagas tres preguntas.
Si viste en tu vida algunas características de celos, entonces hacete esta pregunta ¿Soy celoso? Si la respuesta es sí, entonces preguntate ¿Por qué? y luego hacete un plan para cambiarlo.
Eso va a traer paz a tu vida. No podes vivir cargando con los celos, pensando porque eligen a otro y no a vos, eso te hace mal, no te deja tener visión. Lo primero es saber quien sos. Cuando tenes esa respuesta entonces ningún viento extraño podrá doblegar el árbol de tu estima, porque sabrás concienzudamente quien eres y nada ni nadie podrá moverte de esa roca.
Que así sea.
Fundación Alas de Águila
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