Nicolás Becerra, Francisco Bertotti, Bruno Boni, Martín Bazzano y Andrés Valdez, son los cinco jóvenes hoy ya no están con nosotros. Dejaron su vida en una fiesta, ¿“fiesta”? electrónica. Que irónico, ¿no? Se denomina mundialmente Time Warp, que significa Túnel del Tiempo, la pregunta que se impone es: ¿Túnel del Tiempo hacia qué tiempo, no? Es un túnel de ida hacia lugares muy, muy, muy oscuros…
Hoy muchos jóvenes están muriendo, algunos literalmente otros en vida. La droga afecta a todos, la droga no discrimina ya que no distingue clases sociales. Aquellos que viven en villas o barrios marginados son tentados con el paco, el bazuco, la marihuana; los de las clases sociales altas, con Superman, anfetaminas, metanfetaminas, etc. etc.
El problema no está en lo que consumen, el problema está que muchos jóvenes quieren evadirse de la realidad, porque les duele esa realidad que están viviendo.
Hace unos años desde Alas de Águila realizamos una encuesta piloto, en una escuela de la provincia de Jujuy. En dicha encuesta dos adolescentes de un grupo de treinta, expresaron que les dolía vivir la vida.
Un joven que expresa eso, no nos muestra un futuro; ya no hablemos, de si ese futuro puede ser exitoso o no, hablemos simplemente de un mañana.
Como Alas de Águila, nos duelen esas expresiones, nos duelen el alma y el corazón.
Después de hacer un análisis sociológico de la situación concluimos que los jóvenes viven las difíciles situaciones que viven, porque en sus casas no existe el hogar, simplemente es un lugar donde existir y no vivir; donde vegetar y no, donde crecer.
Hoy existen las familias ensambladas, los tuyos, los míos, madres solteras, madres adolescentes, no decimos que no se pueda salir adelante, claro que se puede, el tema es que debemos esforzarnos, todo requiere de valentía de dar hasta lo último, más allá de que ya no damos más… Pero eso hoy no ocurre. Muchos expresan: “y ya no somos compatibles así que busco otros horizontes…” cuantos más horizontes busque, más heridas no solo provocará a su alrededor, sino que se provocará a si mismo.
Un joven que sabe quién es… que tiene claro donde está parado, que crece en amor, que tiene claro que cuando vienen las tormentas lo primero que quiere hacer es regresar a su hogar, pues allí encuentra a sus columnas, donde se puede refugiar… difícilmente buscará refugio en la pasta base, la cocaína, o en Superman, en Éxtasis. Ahora aquellos que su casa es simplemente igual que cualquier casa, entonces sí, buscarán en estos “aditivos”; no pasarla mejor, pero, por lo menos sufrir menos.
Gente, la familia ha sido devastada. Este sistema de antivalores tiene como objetivo fundamental el robar, matar y destruir. Vino a robar el diseño primario de una sociedad como lo es la familia, trata de matarla estableciendo parámetros antifamiliares y finalmente su propósito es destruir a las generaciones venideras pues al establecer los dos primeros objetivos, estas generaciones no tendrán mandatos perpetuos de cómo vivir, de cómo amar, de cómo respetar…
Para eso estamos aquellos que pensamos diferente, porque cambiamos la manera de pensar y por ello cambiamos la manera de vivir. Nosotros somos quienes tenemos que ponerle freno a este sistema de antivalores y transformar esta cultura de la banalidad, de lo bizarro, de lo frívolo, para establecer una plataforma de valores y principios. Se viene la transformación cultural, se viene la transformación cultural, se viene la transformación cultural… se siente, se percibe… Así va a hacer… Let’s change the world… Vamos a cambiar el mundo…
Fundación Alas de Águila
Por una Juventud con Valores
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