Hoy en día se pondera mucho, el tema de ganar, ganar y ganar.
En una competencia de cincuenta, solo hay un ganador… Los otros cuarenta y nueve, ¿son perdedores?
En la década del ’90 se impuso que había que ganar a cualquier precio, que el fin justificaba los medios; que no importaba la forma sino el fondo.
Así nos fue y así nos va. Si hablamos de deporte muchos hoy quieren ganar y no es opcional, pero en la vida tanto en general como deportiva una posibilidad y la más difícil es la de ganar.
Por ir tras la victoria se dejó de lado la belleza del juego, la forma dejó de tener la importancia de otrora.
Ahora otra cosa es vencer… Uno vence hasta cuando pierde. El vencer pasa por la actitud que le pongamos a la cosa. Alguien dijo alguna vez que lo importante era correr la carrera… De eso se trata de correr la carrera, esa es la esencia de vencer, porque en esa carrera habrá victorias y derrotas. En nosotros está aprender tanto de una como de la otra.
Correr la carrera, es vivir la vida, es hacer lo que tenemos que hacer, es cumplir con la tarea para la cual vinimos a esta tierra, si hacemos eso, estaremos cumpliendo nuestro propósito por lo tanto seremos felices, porque la felicidad viene cuando estoy haciendo aquello para lo cual fui creado.
Observemos como la felicidad tiene que ver con vencer, en principio parece que no existen conectores entre una cosa y la otra, pero acabamos de ver cuanto tiene que ver uno con otro.
Cuando corremos la carrera, muchas veces nos tropezamos y caemos… allí está la oportunidad de vencer, y vencemos cuando nos levantamos y seguimos. Si caemos mil veces y nos levantamos otras mil veces entonces estaremos venciendo.
El anhelo es destruir, arrancar y derribar ese maldito concepto, que expresa “lo único importante es ganar” y luego deberemos plantar y edificar ese otro axioma, que establece: “lo importante es correr la carrera y mientras corremos entonces venceremos”. Que así sea.
Fundación Alas de Aguila
Por una Juventud con Valores
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