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Festejamos el día del padre y el día de la bandera. ¿Qué tema, no?
Esto nos da un tiempo para reflexionar. Tratamos de ver en que se pueden parecer y… la palabra que nos viene a la mente es IDENTIDAD.
De eso se trata. Cuando vamos creciendo, necesitamos apoyarnos en algo, es como un niño cuando da sus primeros pasos, se sostiene en la columna que esté más cerca, llámese esta mesa, silla, papá o mamá y esa columna para la vida se llama identidad. Nosotros llevamos un apellido, eso nos da una identidad, en general, el nombre nos da una identidad en particular.
Quizá vos lleves el apellido de tu mamá, y no tengas idea de quién es tu papá, quizás lleves el apellido de tu papá y quisieras llevar, únicamente, el de tu mamá, quizás crees que él no lo merece que vos lleves su apellido.
De una u otra forma lo que nosotros desde chicos necesitamos es identidad. Nuestra bandera en el mundo es nuestro apellido, no sé si pudiste estar fuera del país, y viste ondear banderas que no sean la celeste y blanca, difícil, no? Pero vos y yo sabemos que nuestro ADN es celeste y blanco, vayamos donde vayamos seguiremos siendo argentinos, como también seguiremos siendo los Gonzalez, los Perez, los Choque, los Garcia, ponele vos tu apellido.
IDENTIDAD, esa es una columna que nos sostiene. Cuando carecemos de ella, y cualquier sismo por más suave que sea, nos puede tirar abajo toda la estructura de vida que tenemos. Esa estructura está formada por nuestra cultura, nuestras costumbres, nuestra vida diaria, etc.
Cuando un pueblo no tiene columnas es fácil de destruir, lo escribo en sentido literal como figurado. Los pueblos, las naciones deben ser entendidas en los tiempos que viven, y (si las tienen destruidas) tienen que reconstruir sus columnas, sus cimientos, ya que estos son los que sostienen su vida a través del tiempo y de los siglos.
Esto que expreso para los pueblos, también sirve para vos como persona. Si tenés tus muros rotos, quizá este sea el tiempo de reconstruirlos, ¿no te parece?
No dejes para mañana lo que podes hacer hoy. Sabes que: muchas, pero muchas, pero muchas veces, tenemos puesta nuestra mirada que parece ser única, pero te cuento algo las miradas generalmente son subjetivas y no objetivas, ¿sabes cuál es el zoom que te lleva a ver las cosas objetivamente? Ese zoom es el tiempo.
Quizá hoy es el tiempo, de perdonar o de pedir perdón; de recuperar relaciones que dejamos hace tiempo; de amar a quienes tenemos que amar; de respetar a quienes merecen respeto; de besar a quienes amamos, ah, y también a decirles que los amamos. Hey, campeona o campeón, donde estés, levántate, movilízate hacia donde esta ese ser que amas, si está lejos proponte a llamarlo, acércate, pero hacelo literalmente, dale, levántate, genera una acción, ya es tiempo de acción y no de palabras. Eso también es identidad. Feliz día del Padre y… ¡Que Viva la Patria!
Fundación Alas de Águila