La vida es dinámica, es una decisión, es una oportunidad…

Tener una vida ordenada es hacer las cosas correctas y para lo cual fuimos diseñados.

Cuando hablamos de vida, vamos en contra de la muerte.

Hoy por hoy gran parte de la sociedad vive hastiada y da vía libre a la queja. Lo que expresan desde su alma es pura amargura.

Vivimos en un mundo donde todo tiene precio, hasta la vida…

Y las tarifas varían según los cimientos sobre los que fuiste edificando a diario. Cosas como ¿dónde naciste?, ¿cómo te criaron?, ¿qué estudiaste?, ¿de qué trabajas?, ¿dónde vivís?, ¿cuánto tenés?, etc. La lista podría seguir y mientras más avanzamos tu tarifa oscila de un lado a otro alejándose cada vez más de lo que realmente importa.

Muchos han escrito sobre la vida, y las definiciones abundan pero sólo los entendidos han encontrado el verdadero valor. Lo descubrieron en la sonrisa de un hijo, en el abrazo de los padres, en la caricia cálida de las manos arrugadas por la experiencia, en el sol que anuncia que vivís un día más, o en la fuerza poderosa de Dios cuando las tristezas quisieron matarte…

Necesitamos terminar con muchas teorías vanas y engañosas que nos llevaron a elegir profesiones redituables en lugar de hacer para lo que fuimos diseñados, o que nos convencieron que es de inteligentes que el fin justifica los medios. Pero nadie te dijo que dormir en paz era importante, que tus manos limpias son la mejor herencia para tus hijos, o que priorizar la familia es tu mejor fama.

No todo está perdido, y el tiempo sigue transcurriendo por eso queremos que te sumes a esta “locura” de hacer del mundo un lugar mejor porque nos merecemos darnos la oportunidad de disfrutar de aquello que aún no conocimos, porque no podes pasar por esta tierra sin descubrir la riqueza de dar o por la gesta heroica de transformar con tus convicciones los lugares donde estás. Apúrate y anímate este es el tiempo y el lugar, la Vida es un baúl lleno de riquezas que tal vez nunca supiste o te atreviste a abrir.

Ama la vida, cuando ella existe, todo se puede transformar; nada está perdido a pesar que lo veamos así. Sácate esos anteojos negros que te impide ver las cosas tal como son. Levanta los ojos al cielo y encontraras las respuestas. Cuando ya no des más, alguien te va a estirar una mano para ayudarte, aférrate a ella, que te va a ayudar a vivir, a vivir de verdad. Dicen por ahí que “cuando hay vida, hay esperanza”, por ello hoy declaramos vida, vida, vida…