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Nuestro mundo hoy en día se encuentra en una necesidad desesperada de visión. Aún con sólo mirar en forma casual las condiciones prevalecientes del mundo de nuestro siglo veintiuno basta para producir temor, falta total de esperanza, desconcierto, inseguridad, traumas emocionales y sociales, depresión, desilusión, desánimo y desaliento. La amenaza de un colapso económico, de una desintegración social, de la decadencia moral, de los conflictos religiosos, de la inestabilidad política, de las epidemias globales de salud, de la destrucción étnica y el choque de las civilizaciones, demanda un liderazgo que pueda ver más allá de lo actual hacia un futuro mejor y que tenga la habilidad de transformar esa visión en una realidad y que tenga el coraje y el valor para inspirarnos a que vayamos a ese punto.

El sabio rey de Israel, llamado Salomón, declaró en su libro de Proverbios, «Donde no hay visión, el pueblo perece» (Proverbios 29:18). Estas palabras han sido referidas y repetidas por millones de personas a través de los años debido a que ellas capturan el significado que tiene la función de la visión en nuestra vida individual, corporativa y nacional. La esencia total de esta dec1aración implica que, donde no existe revelación del futuro, la gente se desenfrena, pierde la disciplina personal y todo tipo de control. Puesto de manera muy simple, la visión es la fuente de la disciplina personal y corporativa. Hay muchos que no tienen visión alguna para su vida y se preguntan dónde pueden obtener una visión. Hay otros que tienen una visión, pero se encuentran atorados en medio del barro de la confusión, sin saber qué hacer a continuación. Pero también están aquellos que tienen una visión, pero que la han abandonado debido al desaliento, al desánimo, debido a alguna forma de fracaso ó de frustración. 
Debemos definir lo que es visión, para que la captures o vuelvas a capturar la visión personal, para que simplifiques tu visión y para que documentes tu visión.
Tú naciste para llevar a cabo algo significante e importante, y fuiste destinado para marcar la diferencia en tu generación. Tu vida no es un experimento divino, sino un proyecto de Providencia para cumplir un propósito que necesita tu generación. Este propósito personal es la fuente de tu visión y es lo que le da significado a tu vida. Por lo tanto, necesitas creer en tus sueños y para que te reconectes con tu pasión: tu visión está esperando que te pongas en acción. Tu futuro no está adelante de ti; se encuentra dentro de ti. Debes ver más allá de tus ojos y debes vivir para realizar aquello que no se ve todavía, Tu visión determina tu destino.
Por Myles Monroe