Hay muchas personas que tienen baja autoestima y esto redunda en que tienen tendencia a la depresión y son personas que sufren ante las dificultades mucho más de lo que se supone. No son seguras en sí mismas, dudan mucho acerca de tomar decisiones, prefieren que otros tomen las decisiones por ellas, pero después se quejan cuando estas decisiones los afectan. No expresan sus gustos y aún menos sus opiniones ya que estas no tienen convicción, pues se comienzan a modificar en cuanto encuentran oposición a la misma. Son personas vulnerables y les molesta la crítica. Les cuesta establecer relaciones con otros, no son personas socialmente reconocidas.

No se juegan porque tienen miedo a fracasar, no consiguen nada porque siempre tienen temor a perder lo poco que tienen. Si pudieran ver al final de la vida el video de esta se darían cuenta de la cantidad de posibilidades que dejaron pasar para ser felices.

La humillación es parte activa de sus vidas, pues todo el entorno los humilla y atropella. Son candidatos al bulling eterno. No llegan a conocer la felicidad, quizá tengan momentos de felicidad, pero nunca serán felices. Son inseguros hasta en la forma de vestir. Tratan de tener hasta perfil bajo en la elección de su indumentaria que casi siempre se basa en lo clásico. No se sienten agraciados. Siempre se justifican y excusan por todo lo que les pasa y con respecto a esto la culpa siempre es del otro, de la familia que les tocó, de los compañeros, del entorno, etc.

Son personas autoexigentes pero irónicamente no valoran sus logros.

La cosa es que no se trata de autoestima baja o alta, sino de una autoestima sana.

¿Qué es una autoestima sana? Es aquella que no ha sido dañada. Ahora si fue dañada esta se puede restaurar. La autoestima sana es la autoestima equilibrada. No se debe vivir en lo que vimos precedentemente pero tampoco tener la autoestima alta ya que esta nos lleva a vernos soberbios o altaneros. Nadie dice que la vida no va a estar signada de situaciones complejas, de experiencias desagradables o de problemas pero cuando tenemos una autoestima sana podremos afrontarlos y vencerlos.

Ser equilibrados no es fácil. Vivimos en un mundo donde la competencia y el egoísmo van de la mano. Eso hace difícil mantener el equilibrio, pero sí se puede lograr siempre y cuando tengamos claras nuestras convicciones pues ellas serán nuestros cimientos en los que nos sustentaremos cuando arrecien los vientos huracanados de este sistema maldito.

Un detalle para tener en cuenta.

Humildad no tiene que ver con pobreza. Ser pobre es carecer de recursos, ser humilde es tener la capacidad de restar importancia a los propios logros y virtudes y de reconocer los propios defectos y errores, entonces ser humilde no tiene nada que ver con tener baja autoestima

Algo para pensar… Los animales no tienen baja autoestima, ¿en que nos diferenciamos los seres humanos, entonces? Para pensar, no…?

Porque cada uno de nosotros tengamos una autoestima sana. Que así sea.

Fundación Alas de Águila