loader image

15.11.01TIBIOEstas son tres tipos de actitudes de las personas ante una situación. Muchos son fríos, son aquellos a quienes no les interesa, ni les importa lo que se esté deliberando, hay otros que son calientes, estos son aquellos que se meten en todo y con todo en cualquier situación y los tibios son aquellos que no son ni una cosa ni la otra.

Muchos ante una discusión política o futbolística se apasionan y brindan un montón de argumentos, esos son los calientes; hay otros a los cuales no les interesa el tema, esos son los fríos; no nos detendremos en estos, porque no suman, aparecen como cuando multiplicamos un número por uno, o sea que no cambia nada en esencia. Pero también están aquellos que tiran una opinión de tanto en tanto pero no se comprometen con nada, esos son los tibios. En la televisión argentina este tipo de personas fue graficada en el programa Rompeportones con el personaje de Miguel del Sel que siempre expresaba ante una discusión de varias personas “Cuando tenes razón, ¡Tenés razón!” y le daba la razón tanto a uno como al otro, según quien defendiera su postura.

Es muy triste ver una persona que no tiene una postura definida, que hoy expresa una cosa, mañana expresa otra. Son personas inseguras y para nada confiables. Son personas con las que no se pueden contar, porque como los juncos van para donde sopla el viento. Estas son las personas tibias. Son personas que se apoyan en sus parejas, amigos, conocidos y dicen que lo hacen para compartir sus pensamientos, pero la realidad es que no es así, sino que, como no saben decidir, buscan siempre la palabra directiva y correctiva del entorno, que cuando la cosa sale mal expresan “ves me aconsejaste mal”. En una guerra serían los clásicos cobardes, porque ellos llevan grabado en su mente “soldado que huye sirve para otra guerra”. Son aquellas personas que el jefe o quien los lidera le tienen que decir que, como, paraqué, cuando, donde y si ese guía no le dice nada; mejor; así no se compromete, por lo tanto no tienen iniciativa. Siempre están a la espera de directivas que las cumplirán, porque hay que cumplirlas, pero con poco entusiasmo y decisión. Si estas personas se las pudiera graficar con un metal serían plomo, porque se adaptan a cualquier situación.
Por el contrario están las personas calientes, esas son las apasionadas, que dan la vida en cada debate, que cuando discuten ponen todos sus sentidos a defender su postura, el corazón bombea más sangre, las manos se mueven dibujando lo que las palabras expresan, cuando hablan tienen la mirada puesta en lo que ellos están viendo, en su visión. Esas personas son confiables, son personas que jamás se quedarán a mitad del río, son aquellos con los que uno puede ir a la guerra si fuera necesario porque cuando hay un bien común, dan la vida por ello. Son verdaderos soldados de la causa, cualquiera esta fuera. Uno puede estar de acuerdo o no pero al verlos se pueden ver sus convicciones. Son fuertes como los faros del mar, no hay olas, ni vientos que los muevan de sus posturas. Si tienen que morir morían pero de pie, no arrastrados. Siguiendo el ejemplo anterior, si fueran metal, serían de acero, porque se quebrarían antes de modificar su postura.

Mientras íbamos describiendo estas características seguramente, ibas viéndote a vos, a tus amigos, tu familia, etc. Extiende esa mirada más lejos y mira tus profesores, tus jefes, tus autoridades, todos aquellos quienes tienen que dirigir los pasos de esta nación.

Para finalizar, recordemos que hay un antiguo libro que habla fuerte y puntualmente de este tema; ese libro es la Biblia, en Apocalipsis, capítulo 3, verso 16 se le atribuyen a Jesús estas palabras: “Así, puesto que eres tibio, y no frío ni caliente, te vomitaré de mi boca”.

Por una sociedad cuyos integrantes sean fríos o calientes, pero nunca más tibios. Que así sea.

Fundación Alas de Águila