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Quien no ha tenido sueños o anhelos…

Conozco un hombre, padre de familia, que cuando era niño quería ser como Superman; se ponía una capa y se subía al techo para tratar de volar. Otro hombre en esos viajes interminables de vacaciones de verano, se inventaba una amiga pulga, que lo acompañaba durante todo el viaje, y con la cual hablaba y jugaba.

O esa mujer, madre, docente que cuando era niña, ponía sus muñecas y a su hermano para darles clases, pues ella soñaba con ser docente. O también a esa joven que hacía sus comidas gourmet en el patio del fondo de su casa juntando pasto, semillas, hojas y le daba de comer a su amigo, que no era más que un perro.

Hay una frase que expresa “La vida es sueño y los sueños… sueños son”

Nunca es tarde para emprender tus sueños. Quizá la vida te indicó otros caminos y vos decidiste renunciar a tus sueños, pero siempre, mientras hay vida, hay oportunidad de regresar a los sueños. Los sueños alimentan, tienen que ver con el futuro, no con el pasado, los sueños son puentes que conectan el presente con el futuro.

No importa si tenes 10, 20, 30, 40, 50, 60, 70, 80 años, siempre podes volver a soñar.

Muchas personas que soñaron de niños una determinada situación, de grande la cumplieron y con creces. De eso se trata la vida. Este sistema en el que vivimos nos quiere pulverizar nuestros sueños, quiere jóvenes que vivan el hoy, sin importar el mañana, y que particular, en el mañana están los sueños. Un país sin soñadores está determinado al fracaso.

Soñar no cuesta nada, porque los sueños tienen valor en sí, no tienen precio.

¿Dejaste de soñar? Volvé a tus sueños o generate sueños nuevos, alcanzables tanto en lo inmediato, como en lo mediato. Establece metas, diseña los caminos para alcanzarlos, establece tus tiempos, avanza, crece, disfruta.

Un detalle para tener en cuenta: Quizá nunca alcances tu sueño en realidad, pero eso no importa, el camino a esos sueños son los que realmente valen, esos senderos son la parte más importante de los sueños.  Alguien dijo por allí: “Caminante no hay camino… se hace camino al andar”.

Nadie tiene el derecho a robarte los sueños. Soñá, soña, soña…

Fundación Alas de Águila
Por una Juventud con Valores