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Alguien dijo hace muchos siglos atrás: “al que conoce la verdad… la verdad le trae libertad.”

¿Qué tema el de la libertad, no?

La libertad no solo consiste en estar libre de, sino libre para. Cuando yo estoy libre para entonces puedo accionar, puedo generar movimiento, se establecen dinámicas. La libertad nos permite volar y cuando decimos volar, lo decimos casi literalmente. Cuando vemos un pájaro surcar el cielo nos genera la sensación de libertad. En ese ejemplo gráfico podemos decir que se encuentra toda la descripción de libertad. Ese mismo pájaro no podría volar si tuviera un peso como si fuera una mochila. Liberarse es dejar atrás esas mochilas que la vida nos fue poniendo o también que nosotros decidimos erróneamente cargar, a lo largo de la vida.

Vivir la libertad no es el permiso que podamos darnos para dar rienda suelta a sus pasiones. La libertad genera desde que la alcanzamos responsabilidad. Debemos ser comprometidos con la causa y ser extremadamente celosos de cuidarla porque es muy fino el hilo que divide la libertad del libertinaje y el libertinaje nos puede llevar a manejarnos con las pasiones que normalmente son desordenadas y no se sujetan a la responsabilidad.

También vivir la libertad no debe convertirse en motivo de tropiezo para los débiles. A ellos debemos escoltarlos en el camino hacia la libertad. Debemos mostrarles la libertad y acompañarlos hasta que esa libertad madure en ellos y puedan estar lo suficiente firmes y fortalecidos para cuando quieran venir embates anti-libertad puedan sortearlos de una manera natural.

Establecer la libertad a quienes están oprimidos es romper con las cadenas de injusticia y desatar las correas del dominio. Cuando pasamos de un estado de esclavitud a libertad, este paso es violento. Al decir violento, no queremos decir que está signado de ausencia de paz, ni mucho menos. Lo que queremos expresar es que este cambio no se genera a partir de un proceso sino es un cambio radical, un cambio inmediato de dirección, un giro de 180° pero no en forma gradual sino repentina; a ese tipo de violencia nos referimos.

Volviendo a aquel antiguo principio que la verdad nos trae libertad, queremos hacerte una pregunta: ¿Cómo está tu vida con respecto a la verdad?

¿Vivís la libertad plenamente? Porqué si la vivís en forma plena, significa que también simultáneamente estás viviendo la verdad y por todo lo que vimos de eso se trata la libertad.

Fundación Alas de Águila